Comenzamos una nueva exploración en Canarias

La isla de Tenerife, y en general las Islas Canarias, son entornos de especial valor para la conservación. Con un importante coeficiente de endemicidad las especies biológicas que pueblan estas islas, tanto dentro como fuera del agua, son el resultado de una historia natural muy influenciada por la existencia de diferentes cataclismos ligados a la actividad volcánica que generó el archipiélago.

Durante los últimos días del mes de octubre de 2022, el equipo de la Fundación Museo del Mar de Ceuta ha realizado una serie de prospecciones biológicas en diferentes puntos del medio submarino de Tenerife. Estos trabajos son la antesala de una campaña de varias semanas en la que se explorarán diferentes entornos circalitorales. Estas actividades se encuentran ligadas a diferentes proyectos que la Fundación Museo del Mar de Ceuta con la cofinanciación del Ministerio para la Transición Ecológica a través de su línea de ayudas a entidades del tercer sector que desarrollan actividades de interés científico, especialmente los relacionados con las líneas de investigación sobre corales negros, hábitats coralígenos, corales del orden Zoantharia, especies exóticas y Cambio Global.

Uno de los hábitats de mayor complejidad en el entorno submarino presente en estas islas son los bosques de coral negro. En torno a los esqueletos de estos corales de la especie Antipathella wollastoni, que recuerdan a pequeñas coníferas, se desarrollan importantes comunidades de peces. En la Punta de Abona, los bosquetes de estos corales negros son el refugio para ejemplares de pejerro (Bodianus scrofa) un endemismo macaronésico catalogado como vulnerable.

El coral negro está constituido por una multitud de pólipos clónicos que crecen sobre un esqueleto proteico. Al realizar una macrofotografía es posible apreciar estos pólipos y por transparencia el esqueleto que hay bajo ellos.

El zoantidio de la especie Palythoa canariensis, endémico de las Islas Canarias, desarrolla comunidades en las rocas someras aledañas al bosque de coral negro del Porís de Abona. Catalogado como vulnerable, sus poblaciones se pueden ver afectadas por el cambio global y la presencia especies exóticas invasoras.

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